La película nos cuenta la historia de un escultor casado y feliz hasta que debido a un accidente de coche queda paralizado de cuello para abajo. A partir de ese momento no ve sentido a su vida, pues solamente puede hablar, y decide ejercer su derecho a morir en paz. Comienza entonces a pleitear contra el hospital, que se empeña en mantenerlo bajo su tutela para conservarle la vida.
OPINIÓN PERSONAL:
En mi opinión, el protagonista de esta película es un claro ejemplo de valentía y sensatez. Aunque el humor sea la palabra que mejor lo define, está en una condición mental excelente, estando en sus plenas facultades para tomar sus propias decisiones. Y entre estas decisiones se encuentra la de cuándo morir, el derecho de cada persona de vivir cómo quiere y dónde quiere, y de decidir cuándo romper los medios artificiales de mantenerse vivo.
Me ha parecido también llamativo el trato humano por parte del personal de enfermería con respecto al médico, mucho más frio y distante. También es destacable la decisión que toma el Doctor al final del film, permitiendo morir en el hospital; es de humanos equivocarse y rectificar es de sabios.
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